jueves, 26 de junio de 2008

Cuando "No podía ser..."

Quien en su vida no ha tenido una historia de amor que no ha podido ser?
Entre los desamores sufridos, quien no ha tenido una relación amorosa en la que a pesar de los esfuerzos compartidos por llevarla adelante, el final de la separación ha sido inminente?
Yo no sé si en los tiempos que corren, todavía existe este tipo de destino para las historias de amor, porque en lo personal creo que "las que no existen son las verdaderas historias de amor". Que nos ha pasado? Será la sociedad en la que vivimos, en la que cada vez más los valores están trastocados y no existe tiempo para el enamoramiento, para el sentimiento profundo y la entrega?
Por eso, acá me quiero referir a esas otras historias de amor... Las auténticas... Quizás las que existieron en nuestra juventud, cuando estábamos vírgenes de sentimientos. Esas que comienzan con el enamoramiento mutuo y profundo; y que lamentablemente por incompatibilidades de caracteres, a pesar del esfuerzo compartido y de los sentimientos, su destino no es otro que la separación...
Hay dos rimas de Becquer, que a mi parecer reflejan fielmente esto que estoy comentando, las quiero compartir con ustedes, espero que les guste.
Un beso
Tu eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡Tenías que estrellarte o que abatirme!...
¡No podía ser!



Tu eras el océano, y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡Tenías que romperte o que arrancarme!...
¡No podía ser!



Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No podía ser!







Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.



Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?"
Y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo"?